Muerte de Emiliano Sala: el estremecedor audio del piloto del avión

David Ibbotson, a cargo de comandar el Piper PA-46 Malibu, reconoció que la aeronave tenía fallas cuando iba a buscar al futbolista a Francia
miércoles 21 de septiembre de 2022
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El hecho todavía duele. A casi cuatro años del suceso que marcó para siempre al deporte, se siguen conociendo detalles que profundizan el dolor y exponen la ineptitud que existió. El futbolista Emiliano Sala perdió la vida un 21 de enero del 2019 cuando el avión que lo transportaba cayó sobre el Canal de la Mancha en medio del vuelo que pretendía depositarlo en Cardiff, donde iba a sumarse a su nuevo club. Mientras los procesos judiciales continúan vigentes, se conoció un impactante audio que deja al descubierto la negligencia del piloto David Ibbotson.

El contenido del comunicado es entre el hombre a cargo de pilotear el Piper PA-46 Malibu y un “compañero piloto” en las horas que transcurrieron tras el desembarco en Francia a la espera de retornar rumbo a Gales. “Estaba volando y luego ‘boom’. Pensé: ‘¿Qué pasa?’. Así que puse todo por delante y comprobé mis parámetros, todo estaba bien y seguía volando, pero me llamó la atención”, le comentó Ibbotson a un amigo identificado como Kevin Jones, según reveló la cadena BBC.

En estos audios, Ibbotson también señala una frase profundamente estremecedora a la luz de los hechos: “Normalmente tendría mi chaleco salvavidas entre los asientos, pero mañana lo llevaré puesto”. En el diálogo también deja entrever que el pedal del freno izquierdo no funcionaba correctamente y se sincera: “Este avión tiene que volver al hangar”.

El audio que envió el piloto antes del accidente

“Estoy en medio del Canal de la Mancha y ‘bang’”, le señaló, evidenciando que en el vuelo de ida rumbo a Nantes ya se habían identificado algunas señales de alerta. “Ese Malibú, tiene como una niebla de vez en cuando. Puedes sentirlo, muy, muy bajo en todo el fuselaje”, le expresó en esa conversación que se grabó “accidentalmente”, según remarcó el medio británico. Allí señaló que el transporte era “poco fiable”.

Este revelador mensaje que envió Ibbotson en el vuelo de ida rumbo a Nantes coinciden con las apreciaciones que había tenido Emiliano Sala en pleno vuelo. Minutos antes que el vuelo cayera, el futbolista de 28 años le mandó un audio a sus amigos donde planteó la inestabilidad de ese avión: “Muchachos, estoy acá, arriba del avión, que parece que se está por caer a pedazos y me estoy yendo para Cardiff, loco, que mañana sí ya arrancamos a la tarde a entrenar con el nuevo equipo, a ver qué pasa. Así que… ¿cómo andan ustedes, hermanitos, todo bien? Si en una hora y media no tienen novedades mías, no sé si van mandar a alguien a buscarme, porque no me van a encontrar, pero ya saben… Papá, qué miedo que tengo”.

La investigación posterior que realizaron los especialistas determinó que “ni el piloto ni la aeronave tenían las licencias o permisos necesarios para operar comercialmente”. Es decir, Ibbotson no estaba habilitado para trasladar pasajeros a cambio de dinero y tampoco podían realizarse ese tipo de tareas en ese avión.

Emiliano Sala sufrió un “grave envenenamiento” antes de que el avión se estrellara en el mar

La autopsia que realizaron los investigadores sobre el cuerpo de Sala determinó que estaba sometido a un “envenenamiento grave” por monóxido de carbono y concluyeron que esa exposición seguramente generó que “estuviera profundamente inconsciente”. La hipótesis indica que el piloto padeció algo similar: ”Se considera probable que el piloto también hubiera estado expuesto al monóxido de carbono”, dijo el informe.

Este hallazgo de saturación de carboxihemoglobina (COHb) del 58% estaría emparentado a un “escape de gas que se filtró por la manguera del calentador con la calefacción de la cabina” y también explicaría los extraños movimientos que hizo la aeronave monomotor antes de caer al noroeste de la Isla de Guernsey sobre el Canal de la Mancha.

El accidente fatal de Emiliano Sala

El 21 de enero de 2019, Emiliano Sala, quien nunca jugó como profesional en Argentina, viajaba desde Francia hacia Gales para incorporarse al Cardiff City, equipo de la Premier League al que había sido traspasado desde Nantes en una suma récord para el club galés: 17 millones de euros.

Pero el pequeño avión que lo trasladaba cayó en aguas del Canal de la Mancha y el nacido en Cululú, Santa Fe, perdió la vida a los 28 años, en el mejor momento de su carrera profesional.

Su cuerpo fue encontrado 17 días después, a diferencia del de Ibbotson, a quien nunca hallaron. Estaba a 67 metros de profundidad cuando fue rescatado por la AAIB, la agencia británica que investiga los accidentes aéreos.

Según el informe forense, su muerte se produjo por "las lesiones en la cabeza y en el cuerpo", producto del impacto del avión con las turbulentas aguas del Canal de la Mancha. La Justicia británico determinó que, antes de morir, Sala estaba "profundamente inconsciente'' tras sufrir un envenenamiento al inhalar gases tóxicos.

Durante el vuelo, el santafesino envió un mensaje de voz en el que contaba su temor por la situación en las alturas: "Hermano, estoy muerto. Estoy acá, arriba del avión, que parece que se está por caer a pedazos y me estoy yendo para Cardiff, loco, que mañana sí ya arrancamos a la tarde a entrenar con el nuevo equipo, a ver qué pasa”.

“Si en una hora y media no tienen novedades mías, no sé si van mandar a alguien a buscarme, porque no me van a encontrar, pero ya saben… Papá, qué miedo que tengo", aceptó Sala. Horas más tarde, se supo que el piloto había solicitado un aterrizaje de emergencia en Guernsey, área donde desaparece del radar.